Superado el primer momento formativo y con los equipos en las aulas, el proceso pedagógico continúa. Quedan algunos meses de acompañamiento, quedan unas Comunidades de Práctica que se irán fortaleciendo, queda una mesa de ayuda que empieza a implementarse y queda un proyecto que consolida su avance en nuevas instituciones educativas, construyendo con los aprendizajes que dejan las lecciones de las cinco instituciones educativas, pioneras en el proceso. Empieza el camino y así como TIT@ es una oportunidad única, frente a esas ansiedades, temores e inquietudes queda la tranquilidad de que los maestros y maestras tienen recursos para enfrentar en comunidad el reto que ahora empieza al tener nuevos conocimientos y mejores aulas con potencial para asumir los desafíos que implica el quehacer pedagógico.
En un taller con docentes formadores como gestores de este gran cambio, se preguntaba cómo hacer realidad en la práctica esa articulación de las TIC en el aula y surgían muchas propuestas: Utilizar el Facebook para postear en el muro una pregunta relacionada con el tema que interesa tratar y realizar una invitación formal a través de un mensaje interno de un chat grupal, registrar evidencias de una actividad con la cámara de los celulares o hacer uso de la foto de denuncia o foto de reconocimiento, entre otras. Había muchas propuestas y cada docente encontraba a partir de su propia curiosidad, distintos modos de lograr ese vínculo. Pero lo que resulta más importante y esperanzador es esa curiosidad que todos manifestaban; ese interés por asumir con creatividad un nuevo proceso pedagógico; esa disposición a reconocerse también como aprendices que están alerta a las opciones que las tecnologías, el conocimiento y el interés que los jóvenes tienen por ellas, pueden ofrecerles como recurso para pensar una clase diferente, más estimulante para los estudiantes; tal vez llena de incertidumbres, pero seguro más prometedora respecto a las posibilidades de conectar mejor las sensibilidades de hoy.
